27.12.08

Go Falcons!


Desde el sillón... perdonarán ustedes que tenga un widget de la NFL arriba de las citas de reconocidos autores. (si no lo han visto hasta el sol de hoy, bueno, basta con fijarse al final de la página, ahí hay algo...). Sé que muchos y muchas de ustedes apreciarán más las palabras que los marcadores de la temporada de la National Football League, y esto porque citas como la de John Steinbeck "Writers are a little below the clowns and a little above the trained seals", pueden mover el ánimo en un día oscuro...
Pero, ¿saben ustedes que, para mí y para muchos, los meses de enero a agosto son solamente una antesala? Empiezo a vivir en septiembre para sentir que se me estruja el corazón con el Súper Domingo (Domingo en el que se juega el Súper Tazón o Súper Bowl, por ahí del primer domingo de febrero, por lo general). Y se me estruja porque, como a los niños, ya se acabó la fiesta. Entonces los aficionados nos consolamos con el canal de la NFL y vemos partidos repetidos, especiales, análisis del draft... Yo, que casi nunca me siento a ver televisión, de septiembre a febrero, me encierro en casa los domingos para ver dos, tres partidos. El lunes por la noche tiene sentido entonces.

Tengo la suerte -bendita suerte- de que mi mujer comparta esta afición, de no ser así, tendríamos muuchos problemas. No todo en esta vida es perfecto, pues es fanática de otro equipo -no del mejor, el mío, claro- pero pues no necesito más que la pasión vaya por el mismo rumbo.

Bien, sólo quería explicar un widget que más bien saltaba por no combinar en este espacio, pero, de algún modo, combina conmigo... Además, me es imposible ocultar mi emoción por estar en los playoffs. Go Falcons!
p.d. Perdonarán que no escriba de temas navideños, pero imagino que la mayoría de los lectores están hartos de los villancicos del súper, así que ya que haya pasado la euforia, quizás... Los buenos deseos para todos están implícitos en estas letras...

23.12.08

Brrrr...


Desde el sillón... les cuento que no me puedo dormir porque estoy esperando una llamada. Y con todo y que estoy debidamente cubierta, los 2 grados centígrados me molestan en las manos... y en la cabeza.

"El frío de uno es del tamaño de la cobija que se posee", me dijo Tata esta mañana (frase cortesía de su dentista, quie aparte de blanquearle los dientes le comparte sabiduría invernal) y no he dejado de pensar en esas palabras: frío - tamaño - cobija - posee.

Ciertamente, es una frase simple, práctica (¿qué le va a hacer el pobre que no tiene cobija más que aguantarse el frío?) pero mi mente se va más allá... y pienso entonces si sufre menos el que menos tiene (en parte, porque la situación le es inevitable, es decir "no le queda de otra") o por el contrario, benditos aquellos que tienen -tenemos- cobijas, pero entonces ¿realmente tenemos más frío? o bien, la idea va por otro lado, por el hecho de aprender a valorar las posesiones, sin sobrevalorarlas... no sé.

De una frase simple, como ven, puedo reflexionar tooodo el día y estos minutos de la madrugada, cuando mis schnauzerinos hijos se quejan porque mis manos están sobre este teclado y no sobre sus lomos, más tibios que mis pies.

Siempre que se habla -bien, corrijo- siempre que yo hablo de apego y desapego a las cosas materiales recuerdo mucho a una amiga, una buena amiga entonces y supongo que ahora, aunque el contacto ya no sea más que con pretextos cumpleañeros. Ella -Carolina, se llama- es más sabia que yo -por lo general, mis amigos lo son, aunque no todos y no siempre, je je- y de repente le pegaba a filosofar en ciertas cuestiones metafísicas muy válidas. Recuerdo largas charlas entre páginas editadas y corregidas; una de esas veces hablábamos de apego a las personas, a las cosas, a los sentimientos. Y una voz, una voz verde me resonó -entonces y ahora-en la cabeza: "Death is a natural part of life. Rejoice for those around you who transform into the Force. Mourn them do not. Miss them do not. Attachment leads to jealously.
The shadow of greed, that is.” (Yoda, Jedi Master)
Puede que los guionistas de la saga tengan razón. El apego conlleva a ser aprehensivo y eso es la sombra de la avaricia.
Y de nuevo la eterna reflexión de si realmente necesitamos lo que decimos que necesitamos.

Podría seguir toda la noche, pero está timbrando mi teléfono.
Supongo que he de desear una Feliz Navidad a los y las lectores.
Salud y paz mental, aunque deban de picar tooodos los kilos de manzana para la ensalada dulce.
Por favor, demuestren que la raza humana aún tiene esperanza: no se metan en las filas. Besos.


jeal·ous adj. 1. Fearful or wary of being supplanted; apprehensive of losing affection or position.

greed: n. An excessive desire to acquire or possess more than what one needs or deserves, especially with respect to material wealth


13.12.08

No me den un arma porque...


Desde el sillón... ¡no! Hoy no estoy en el sillón ni estoy ecuánime tampoco. De hecho, no debería escribir en estas circunstancias.
Cuentan que Mark Twain cuando estaba enojado con alguien le escribía terribles cartas y se las daba a su esposa para que las enviase. La esposa, sabia mujer, decía que sí pero guardaba -o destruía, no recuerdo bien- esas cartas para evitar enconos innecesarios.
Quizá yo debería de dedicarme a trabajar, que es en sí por lo que estoy en esta sala de edición del periódico, en lugar de escribir esta entrada del blog.
Pero hasta el Microsoft Word conspira contra mi paz mental y se tarda la vida en reaccionar. Y, honestamente, necesito las orejas de una hoja de papel (que en este caso, al ser blog, tiene boca) En breve: escribiré y punto.
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Escribo que no entiendo por qué en Diciembre, mes en el que se supone debemos ser más humanos, nos convertimos en seres inmensamente egoístas.
Por estar esforzándonos en cumplir con los requerimientos de las fechas decembrinas (tener todo listo para las fiestas, regalos, agendar mil y un borracheras, perdón, posadas, cambiar o mejorar el look, ir y venir, abarrotar los centros comerciales para después quejarnos de la cuesta de Enero...) bien, les decía, por estar preocupados por todo eso, nos olvidamos del sentido de la celebración.
Más allá de la religión, se supone que somos humanos.
Y no lo somos tanto. Ahi va la señora que se mete en la fila de autos porque lleva prisa (como si el reloj sólo funcionara para ella ) o la otra que te arrebata el regalo porque "es para mi abuelita" (¡como si sólo ella tuviera una!). Todos tenemos prisa y estamos tan agobiados por una celebración que debería de hacernos mejor personas pero nos convierte en la antítesis de la caridad, la comprensión y la gentileza.
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Además de que es diciembre y hace frío, justo en estos momentos, estoy fuera de mis cabales. Me declaro incompetente para dejar de pelear con la dueña de mi corazón y mis quincenas. Espero que todo pase, porque si no pasa... no sé. Ya estoy demasiado vieja. Cansada.

Bien, el procesador de textos funcionó.
Vuelvo al trabajo.
Tengan excelentes noches.

9.12.08

Andaba lejos...


Desde el sillón... les comparto la vista de Monterrey.
Sé que se ve borrosa, bueno, así la veía yo también desde el avión, porque me mareo. No me digsusta particularmente volar (el problema con viajar en avión es que llegas demasiado pronto a dónde sea, prefiero disfrutar los viajes en carretera) pero lo que sí me disgusta sobremanera es toda la faramaya aeropuertaria: odio las revisiones, el tiempo de espera, los retrasos... A eso hay que añadir que, a veces, me mareo, lo cual no hace agradable el viaje.
El caso es que andaba ausente, no sólo de este blog, sino también de Monterrey.
Cierto, no todo el tiempo, pero entre un lugar y otro, no me quedó mucho para pasar por aquí.
Lo lamento y estoy tratando de ponerme al día en los blogs amigos.
Por lo pronto, he de contar que desde mi último post han pasado muchas cosas.
Estoy adaptándome a un nuevo rtimo de vida, un ritmo donde mi pareja -que ahora forma parte de las estadísticas del autoempleo- pasa todo el día -y a Dios gracias todas las noches- conmigo.
Pero por más agradable que esto suene, ha sido necesario hacer ajustes... y en esas estamos.
(con decirles que en una semana me puso a limpiar el cuarto de los trebejos y ordené mis cajas que tenían casi 24 meses sin orden lógico alguno).
He cambiado mi opinión de los estadounidenses: la mayoría han sido amables.
Y también los habitantes de la Ciudad de México: ha sido un placer caminar por sus calles.
Creo que he subido medio kilo.
No daremos regalos en Navidad, hornearemos galletas.
Encontré viejos poemas y mucha nostalgia.
Me preparo para este fin de año... y el que viene.
He regresado, ahorita nos leemos.

18.10.08

Tinta seca




Desde el sillón... admito que me puse a navegar en la red y me topé con algo que me hizo recordar que yo algunos muchos días atrás escribí algo y, como siempre, lo dejé por ahí, perdido.


La red tiene una ventaja que mi cuarto no tiene: prácticamente las bases de datos se ordenan solas. (yo sé que no es por arte de magia, entiendo que hay programadores, ingenieros, técnicos y demás especímenes profesionales que se encargan de que tengamos la vida en internet así de fácil) Lo que quiero decir es que en la red tecleas lo que buscas y a cinco clicks de distancia, a más tardar, lo encuentras... en mi cuarto de trebejos/estudio, puede ser que esos trozos de garabatos se hayan perdido para siempre, arrugados por el momento post script o en el estómago de la juguetona hija schauzerina.

Hay veces, inclusive, en que ni siquiera yo puedo descifrar mis letras, movidas entonces por la desesperación, la desesperanza o la desazón (a las dos de la madrugada me regocijo en la cacofonía).
Bien, he aquí lo que rescaté. Transcribo sin modificación, no es este un ejercicio de taller, más bien una retrospectiva de aquellos mis años pasados.



No fui nada.

Apenas un nombre que hoy no pronuncias.

No fui nada.

Si acaso, una idea que cambió ante la borrasca.

No fui nada.

Cuando mucho, tres tequilas o su equivalente.

No fui nada.

A lo mas, una pesadilla que ahuyentaste.

No fui nada.

Ni siquiera un problema, porque a esos se les piensa.

No fui nada.

Nada al menos que valiera la pena el esfuerzo...

No fui nada.


(Habremos de cambiar de universo)


*Lo escribí antes del amanecer. Recuerdo que estaba completamente embotada de dolor. Días atrás me había enterado que me habían olvidado en escasas semanas...
(meses después entendí que precisamente no me habían olvidado nunca...)

-



De repente cuento los días -trabajo en un periodico, recordarás-. Y de repente parecen tan eternos como parecía que sería lo nuestro... Y de repente son tan dolorosos como tu ausencia, como jamás pensé que superarían mis dolores pasados... Y de repente, sólo de repente, puedo rodar y sentir el aire, y creo que puedo tocar el cielo con sólo estirar la mano... Pero no puedo rodar siempre y vuelvo a la casa vacía, a escuchar por toda plática el ruido del ventilador en la oscuridad. Y de repente quisiera no tener que dormir, para no tener que soñar... Pero te sueño y muero. Y de repente me acuerdo y entonces sé bien, que uno de estos largos, inmensos días, así, de repente, no quedará rastro de ti.

*Lo escribí para la misma mujer... la esperanza muere al último, y a veces, resucita.

**Rodar significa, en este caso, viajar en la motocicleta.
-



Volví a fumar

Volví a soñar contigo...

Creo que dejar de fumar otra vez es mas fácil.

*He de explicar que efectivamente dejé de fumar. Luego ella volvió. Pero ya no he vuelto a fumar.

-



Dejaste tantas cosas...

No te llevaste la primera noche

no recogiste el sudor o la risa

tampoco las lagrimas ni las horas pasadas

- menos las pendientes - ...

y te atreves a decir "no tiene que ser triste"

*Ella me dijo -justo- que la despedida no tenía que ser triste. Nomás no le maté porque no podía usar las manos que una vez la amaron tanto para ahorcarla... pero me le quedé viendo desde el fondo de mi infierno.



¿Y qué si no quiero levantarme?

A mis hijas no parece preocuparles el suelo...

*Mis hijas, para efectos de resultar comprensible, son dos serpientes. Una boa arborícora y una serpiente del maíz. Escribí lo anterior porque estaba harta de escuchar a todos los cercanos decir que todo iba a mejorar.
Al revisar estos escritos, me di cuenta de cuánto y cuánto ha pasado el tiempo.

13.10.08

"Why does love got to be so sad?"


Desde el sillón... celebro que el collarín se fue al diablo -bueno, no creo que el diablo viva allá arriba de mi clóset, por más que Tata diga que ahi viven los gnomos desordena cosas- pero el caso es que ya mi cuello se mueve libre y soberano, hasta donde las leyes de la física y esquelética le permiten.

Y festejo tan (ir)relevante y cómodo suceso volviendo al playlist. Saltaron los poderosos acordes de Derek and the Dominoes "Why does love got to be so sad?"

Todos nos hemos preguntado lo mismo alguna vez -"¿Por qué el amor tiene qué ser tan triste?"-pero sólo ellos (Derek and the Dominos: Eric Clapton, Bobby Whitlock, Carl Radle y Jim Gordon) han acompañado la pregunta de esos acordes- ¡Qué música, Dios mío, qué música!

He de confesar que, a pesar del bueno gusto musical de mi padre, quien me arrullaba con Gardel y me paseaba en el auto cantando a Los Beatles, yo caí en las redes de MTV mucho tiempo. Y con esto no digo que MTV sea malo, pero, vaya, sí que es comercial. Así que hubo un tiempo en que creí que Eric Claptón era un tipo que hacía baladas románticas estilo "Tears in Heaven" y que "Layla" era la baladita acústica del Unplugged. Me niego a agarrar las cuerdas de una Fender y latigar mi espalda para expiar mi pecado, prefiero, como penitencia, escuchar una y otra vez el material del Slowhand hasta que considere que merezco el perdón de los melómanos.

Y es que tuve que encontrarme con un tipo -tipazo- que es una enciclopedia de la música en dos pies (bueno, y además es un gran amigo, excelente editor y escritor, creativo músico, lector incansable, ex fumador, guapo mozo, y una sarta de cualidades que me pintan una sonrisa en la cara). Este tipazo me ha hecho mucho bien en la vida, y además, me ha compartido una cantidad bárbara de buena música. Con la paciencia del mundo -y sin burlarse en lo más mínimo- me explicó que Eric Claptón es El Señor Eric Clapton -reconocidísimo guitarrista de rock y blues-, me habló de su trayectoria (seis grupos, en los que sobresalen Cream y Derek and the Dominos) y por supuesto, casi encendió incienso cuando me hizo escuchar por primera vez la versión original de "Layla" (que estará sin duda en otro escrito, porque también está en el Playslist).

Con todo, no me considero una experta claptoniana, pero tengo el oído puesto y aunque nuestro cerebro está programado para relacionar la consabida ecuación canciones de amor tristes = baladitas lentas, Derek and the Dominos nos demuestra claramente que el dolor también puede ser melódicamente desgarrador.

Sin duda alguna, "Why does love got to be so sad?" es una de las canciones que se deben escuchar regularmente cuando se tiene el corazón sano y forzosamente cuando se está hecho pedazos.

7.10.08

El año que viene toca...


Desde el sillón... he de contarles que tengo puesto un collarín, un horroroso collarín blando.
Sé que aquellas personas que se han visto obligadas a usar la versión rígida de este artículo ortopédico, dirán que estoy en la gloria, sin embargo, por muy blando que sea, no deja de ser incómodo: me da comezón, me estorba para todo, y claro, cumple cabalmente su función de mantenerme inmóvil el cuello, pero eso me quita lo cabal a mí y me convierte en una paciente muy impaciente.
Y, como imaginarán, traigo este horroroso artículo ortopédico no porque haya hecho una manda, sino porque tuve un percance vial, que, gracias a Dios, no pasó a mayores.
El asunto es que ese ligero accidente me tiene lejos de muchas cosas que me gustan, entre ellas, de este blog. (y bueno, de Tata, quien cada vez que me le acerco románticamente me estrella un "Shu. Shu. Te vas a lastimar el cuello. Reposo. El doctor dijo extremo reposo". Y corona la acción deslizándose lejos, lo cual acentúa mi mal humor, claro, y aunque mi mente lo entiende, pues la comprensión no me cuenta chistes ni me da besitos.

(El accidente fue realmente ligero: yo iba de copiloto y se nos atravesó un camellón triangular no identificado sin señalización en una zona realmente oscura y desconocida para nosotros, cortesía de las intempestivas y mal planteadas indicaciones de mi suegra. El resultado fue una llanta ponchada y mi cuello con un esguince. El cinturón de seguridad me salvó de un golpe en la cabeza pero me regaló una contractura muscular en el hombro derecho. Gracias a Dios no pasó a mayores.)
-

El asunto es que estoy convertida en poco menos que una inútil, y además, una inútil que refunfuña. Mis schnauzerinos hijos son mi consuelo, si bien de repente también se hartan del encierro. He pensado en escribir, pero no mucho ni muy lúcidamente porque las medicinas me tienen medio día dormida y las otras doce horas, atontada.

Pero conversando con una amiga, a quien quise mucho el poco tiempo que me duró el gusto, me quedé pensando en las borracheras. Y ya que me he puesto a recordar, caí en la cuenta que, sin premeditación, sin alevosía y sin ventaja, me he puesto una borrachera de Señor y Padre mío cada cinco años.

He de confesar que soy pésima bebedora y peor borracha. Y es que nunca me ha gustado mucho la bebida, lo cual agradezco a Dios porque si me gustara tanto, sería una alcohólica sin remedio. Suelo disfrutar sin rienda mis gustos, así que celebro que éstos no dañen mi salud, tengo otros vicios y muchos defectos para compensar. El caso es que nunca he desarrollado lo que llamamos "callo" por la bebida, prefiero ser la que atiende el bar y mezcla los tragos.
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Quedamos en que recordaba mis borracheras, y, para variar, sonreí...
A mis 20 años...
estaba en el equipo de tochito de la Facultad.
Siempre íbamos a llorar nuestras acostumbradas derrotas al bar de un amigo. Pero en esa ocasión, ganamos. Aunque el esfuerzo fue de todas, el pase de touchdown lo atrapé yo. Estaba por demás eufórica, de hecho, todas lo estábamos. Bebí un litro de Titanic. ¿Saben qué es un Titanic? Es un vaso de un litro que contiene 18 licores diferentes. Era normal que con semejante mezcla terminara como terminé: casi inconsciente y más incongruente que nada.

Me acuerdo entonces que ella -si, ella- se me acercó. Yo la había visto en una ocasión antes. Me llamó la atención su voz, por eso la recordé. Su voz y sus ojos. Tristes. Ella me empezó a cuidar. Recuerdo que, en medio de mi inconsciencia, fui torpe y pequé de imprudente. "¿Eres lesbiana?", le espeté, casi le escupí en la cara. En mis cinco sentidos jamás hubiera preguntado algo así. Y lo pregunté porque sabía que estaba a punto de no valerme por mi misma y ella lo supo. Por eso río por lo bajo y dijo, a su vez, "¿por qué me preguntas eso?" Y tras reír, dijo "No te va a pasar nada. Ven. Vamos a que le hables a tus papás".
-
Se van a reír. Ríanse si quieren. Yo me sorprendo todavía, pero aunque quizá para todos era claro como el agua, a mi no se me había ocurrido que yo pudiese ser lesbiana.
No era algo que rechazara o que me diera repulsión, simplemente era algo que nunca se me había ocurrido. Había salido con chicos y bueno, no sé... por más que le doy vueltas todo se reduce a eso: estar con una chica nunca se me había ocurrido como una opción. Ni siquiera había tenido necesidad de negármelo. Por extraño que parezca.
Tenía amigos homosexuales y los respetaba y queria. Repito, nunca se me ocurrió que yo pudiera ser parte de la comunidad. No sé por qué. Hecha esta aclaración, regreso con mi historia al bar donde estaba casi inconsciente.
-
Ella casi me cargó a una cabina telefónica -ubíquemonos: cuando yo estudié la facultad, no existián los móviles o celulares- y me reporté con mis padres -como pude- para avisarles que no iba a poder llegar a dormir, que me iba a quedar a estudiar en casa de una amiga. De hecho, esa noche me quedé en el depa del coach. Ella se quedó conmigo, me llevó hasta ahí, me acostó y simplemente me dejó dormir. No hizo más.
Pero eso fue el principio de todo.
Semanas después me la encontré en la facultad y yo le agradecí el gesto -de no haber sido por ella, no sé dónde hubiera terminado o qué hubiera sido de mi- así que la invité a comer. Platicamos. Y después de ahí, nos seguimos viendo, y más, y más...
Me confesó un día que a ella le dolía una mujer.
Yo lo tomé con naturalidad. Una amiga me advirtió que tuviera cuidado. Yo le dije que no tenía nada que temer. Y no temí. Ni siquiera cuando una noche, por primera vez, y sin haberlo pensado antes -¡todavía no me explico por qué no lo pensé antes!- sus manos lentamente recorrieron mi cuello y más...
-
Eso pasó a raíz de mi borrachera de los 20 años.
Luego les cuento la de los 25, je je.

1.10.08

Una de mis pasiones


Desde el sillón... he de confesar que tengo esta idea en la cabeza desde el pasado viernes pero no había encontrado la manera de exponerla. Y es que si bien el asunto parece simple a primera instancia, se lleva "de cola" a otro que no lo es tanto. De nuevo, trataré de explicarme, y además, prometo empeñarme en hacerlo en breves párrafos.

Una de mis pasiones es el futbol americano. Sí, ese juego que pasan por lo general los domingos, donde tipos enormes y no precisamente delgados -al menos, no la mayoría- se la pasan golpeándose unos a otros peleando por un balón que no es redondo y de vez en cuando lo patean en medio de dos palitos. Ese juego es considerado por muchos un deporte, y no sólo eso. El ajedrez de los deportes. Para personas como yo, el mejor de los deportes.

Lo que me detenía el explicarles esto es que, si bien me vale madres -y lamento, de verdad el verme obligada a usar mi lenguaje cotidiano, pero quiero enfatizar el punto- decía, me vale madres el ser catalogada como ruda o femme, puesto que no soy ni chana ni juana, más bien me llamo Liliana y aunque me visto de traje sastre sólo para dar clases y el masoquismo lo guardo sólo para la cama -y eso light y muy a veces- asi que eso de "la belleza duele" no va conmigo y los tacones de stiletto los dejo para los vestidos de etiqueta, más bien prefiero ir con "lo de la moda lo que te acomoda", tampoco me voy al extremo. Si me imaginan enfundada en hombreras y casco, se alejan de la realidad.
Ciertamente, las mujeres nos quejamos del machismo, y sin embargo, somos las mujeres quienes fomentamos e incluso perpetuamos ese estigma. ("si Fulana ascendió, seguro se acuesta con alguien; si Mengana llegó de malas, es una malcogida; Zutana no te conviene, esuna cualquiera...")

Y en el ámbito homosexual sucede algo similar. No paramos de etiquetar. Hay muchísimas definiciones, que si butch, fuertes u obvias, por no decir el peyorativo machorras -palabra que detesto- o que si femeninas -como si tuviéramos que traer un termómetro que midiera cuán rosa vistes hoy y te marcara entonces cuán femenina eres- y tonterías así. Tengo una pareja de amigas que, por todos los medios, tratan de "ocultar" que son lesbianas. "A mí no se me nota, ¿verdad?" preguntan cada vez que salimos, con el trauma en la voz. Como si el hecho de que se notara fuera malo y el que no se notara fuera bueno.

¡Qué barrabasada! Tan malo es quererle pegar a la Juana Escutia y enroscarse en la bandera gay para salir a la calle, como tratar de taparle el ojo al macho o a la macha, según. En ambos casos, se manifiesta la inseguridad galopante de la persona en cuestión: el llamar desmedidamente la atención, por una parte y por otra, la pretensión inútil de ocultar algo que está a ojos vistas: el amor, el dinero y la cruz de la parroquia no se pueden ocultar. No se puede engañar a todos todo el tiempo. Ni siquiera a uno mismo.

A mi se me nota lo que se me tiene que notar. No lo exagero ni lo evito.

Entonces, me gusta el futbol americano. Me gusta mucho. Y eso significa que me gusta el futbol americano. Como también me gusta cocinar. Y pintar las paredes de la casa. Y ver como Tata arma muebles. Y sacar a pasear a los perros. Y manejar motocicleta. Y escribir. Y tomar fotografías. Y leer. Y hacer galletas.

Vaya, no escribí lo anterior para decir "me gusta el americano pero no vayan a creer que soy estoy o lo otro". Me gusta el americano y por mi crean lo que quieran. Sirva este escrito para reflexionar sobre nuestro afán de etiquetar.

Una vez una jovencita me contacto por correo electrónico en un foro -yo había respondido algunas preguntas y le llamaron la atención mis respuestas- y su tercer mensaje se refería precisamente a si yo era "ruda o femenina, porque -y cito textual- "yo amigas rudas no tengo. La neta, las obvias no me laten ni para una amistad" (SIC). Aunque no me cayó el saco -muchos y muchas podrán decir que sí, cada quien tendrá su opinión, hagan sus apuestas y cuando nos tomemos un café me avisan- su mensaje me resultó indignante porque es discriminación. La misma que tanto luchamos por erradicar. No podemos exigir lo que nosotros negamos.
-
Obviamente no me empeñé lo suficiente, este escrito es todo menos breve, asi que ya que me excedí, debo explicarme que el viernes que esto me estaba dando vueltas en la cabeza fue porque estuve en el estadio Gaspar Mass viendo perder a los Auténticos Tigres contra Borregos Tec. Una vez más perdieron el clásico. Aunque muchos ya apoyan a los lanudos porque su triunfo es seguro, yo todavía sigo teniendo la dignidad universitaria, que no me da triunfos pero me permite levantar la cara. Luego disertaré sobre el tema...amenazo.
-
Retomando el futbol americano...El domingo fue un día triste para Tata, porque vio perder a su equipo. El mío también perdió pero en mi estadio ya es una triste costumbre. El lunes nos estresamos todas -todas incluye a mi Tata, a una excelente amiga, Yvette y a su servidora- con el partido del MNF Baltimore Ravens vs. Pittsburgh Steelers. El partido se fue a tiempo extra, estuvo buenísimo y estresante. Mi amiga Y tiene pocos pero muy firmes amores en su vida. Los amarillentos y negros Steelers llenan gran parte de su corazón. En su honor corono este post. Es Franco Harris, del baúl de los recuerdos.

Gracias por la paciencia ante tan largo escrito, au revoir.

29.9.08

"Soneto de la dulce queja"


Desde el sillón... escribo que desde el viernes quería escribir.

Intenté hacerlo en la oficina -desde mi horrible-y-no-ergonómica silla azul- pero fui interrumpida tantas veces -por la gente primero y por el sueño después- que opté por venir a casa.

Ya en casa, me preparé un sandwich ligero -Tata ya dormía, eran cerca de las dos de la madrugada- y acompañada de mis perros y un libro me dispuse a cenar. Me topé con una poesía que me llenó de nostalgia. Es de García Lorca y ante esto, he de hacer un paréntesis.

Soy lesbiana, eso es un hecho. Pero siempre he dicho que mi orientación no es lo más importante de lo que soy. Es, claro, parte de lo que soy, pero no es todo lo que soy. No sé si me explico. Trataré.

Conozco lesbianas y homosexuales -y no digo que debieran ser nominadas al Nóbel o quemadas en la hoguera, sólo digo que existen personas así- que giran su vida en torno a su orientación.

Leen libros de temática gay o escritos por autores gay. Su videoteca es exclusivamente gay. Van a lugares gays. Claro, sus amigos son gays. Si tienen algún amigo fuera "del ambiente" -como se empecinan en llamarle a la comunidad homosexual- lo etiquetan y se refieren a él como "mi amigo buga". En resumen, si no tiene los siete colores del arcoiris no les atrae, no les interesa, no les llama.

Cada quien tiene derecho a conducir su vida como mejor le parezca, a mi, francamente, esas personas me aburren. Son monotemáticas. Departir con ellas es igual que hablar con un Testigo de Jehová: son fanáticos de algo. No tienen más conversación ni aceptan otros puntos de vista, no abren su mente a otras posibilidades porque no comprenden -y lo que es peor, no les interesa comprender- que hay un mundo allá afuera de sus temas.

Ciertamente, entiendo que, como homosexuales, encontramos más empatía en gente que comparte nuestra orientación, pero lo que no entiendo es la necesidad de limitarse a eso. El rechazo automático a lo que carezca del sello gay me parece tan heterofóbico y tan innecesario.

Entonces, aclaro que sí, me gusta García Lorca. Pero me gusta por muchas razones, porque "La Casada Infiel" fue el primer poema erótico que leí, (cuando yo todavía ni sabía lo que era erótico, sólo sabía que mi cabecita le daba vueltas a ciertos versos), y también me gusta porque él era un poeta triste al que nunca le gustó mucho Nueva York, y me gusta porque quería mucho a su Patria. Y me gusta porque tuvo los cojones de defenderla. Y lamento la injusticia de su muerte como lamento la mayoría de las injusticias en este mundo.

¡Vamos, que me gusta la figura y poesía de Lorca! ¿Que era homosexual? Bueno, vale. Pero no me gusta por eso. Sé que me he defendido sin acusación, pero odiaría ser encasillada. Aquí viene el poema que me dejó un suspiro a media cena:

SONETO DE LA DULCE QUEJA

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

Sonetos del amor oscuro 1935-1936
Federico García Lorca.

La nota al pie del libro "Antología poética de la generación del 27", de Manuel Cifo González, dice: "El calificativo oscuro que Lorca aplica al amor puede obedecer a su condición de homosexual, lo cual implicaría la necesidad de mantenerlo en secreto".

Ahora que van a abrir su tumba... bueno, malditas sean las dictaduras, los dictadores y los hombres que les permiten las atrocidades.

Que el viento del bosque donde reposa lleve esa dulce queja a donde pueda ser escuchada. Asesinado a sangre fría, pero nunca olvidado; tirado en una fosa común, pero jamás mancillado. Vivo por siempre...

25.9.08

A propósito de esa llamada


Desde el sillón... rescaté un escrito viejo, a propósito de esa historia inconclusa que Miss Lisa dice que cuente pero es que es, de verdad, muy larga, y supongo, no muy diferente a las que todas han conocido o vivido. Después de todo, desde que aprendimos a rayar las paredes de las cuevas, estamos escribiendo de lo mismo: amor/odio, guerra/paz.
Temo aburrir si me desnudo de una vez, vaya... mejor "de a poquitos", como dice una canción mal escrita que, sin embargo, me gusta mucho (1). Digo, ¿quién no prefiere un streaptease?
-
Vigésima
Hace más de seis meses
- y casi siete
casi escupo el corazón
para no envenenarme.
Lloré tres eternidades
hasta casi quedar sin voz
los ojos, rendijas;
el alma, pedazos
desolación en la tierra de Job.
Al amanecer del cuarto día,
vio Dios que yo era buena
o al menos no tan mala
y me cobijó con la rutina.
Hace más de seis meses
- y casi siete
que reconstruí mi vida
(risas, llantos, orgasmos....)
No tenía tus ojos,
tampoco hacían falta.
Pude vivir igual sin la televisión
y sin esposa.
Pero llamaste
y hace 120 minutos
que estoy pensando
en tus palabras.
Después de seis meses
-y casi siete
volver a buscarme
te está vetado.
Deberías ir a parar a la prisión*
o habría que exiliarte lejos
prohibirte acercarte a mi persona,
a mi casa, a mi perro otra vez.
Porque hace seis meses
-y casi siete
que te fuíste, largaste, caminaste.
Y hoy que apareces con el descaro
y el amor
como bandera...
todavía se pronunciarte el nombre.
Liliana.
Cuando Tata se fue por segunda ocasión de mi vida yo estaba destrozada. Realmente. Embotada, es la palabra. Embotada de dolor. Dolía respirar, dolía haber creído, dolía todo, pero por lo menos, por lo menos, sabía que ya había acabado. Y, como me tenía que mudar, entonces tenía la ventaja de no acumular recuerdos por centímetro cuadrado. ´
Me dí cuenta que la palabra clave era "disciplina". Si no me iba a suicidar -y era algo que no iba a hacer- y ya había llorado lo que tenía que llorar, sólo me quedaba seguir adelante.
Y no era algo que hiciera con mucha alegría, pero tampoco de una manera patética. Iba con un sinsabor de vida, simplemente...Y bueno, uno está inmensamente triste, por decir lo menos, pero con cosas qué hacer, y no falta a quien hacérselas, je je. Sin engaños de por medio, vamos, "nunca falta un roto para un descosido", decimos en mi tierra.
El caso es que estaba en cama ajena, cuando mi teléfono celular sonó y mal despierta ví su nombre que timbraba y timbraba...contesté, tratando de fingir lucidez. Quería verme. Pospuse la cita.
Décimo sexta
A las 9.44 de la mañana pueden pasar muchas cosas.
El albañil va por su segunda mezcla y su primer almuerzo.
El diputado pelea en tribuna sus próximos robos.
El médico deja la guardia y va, por fin, a casa.
La madre tiende la ropa o recoge la basura.
El vagabundo duerme el sueño del alcohólico.
Se firman papeles, se autorizan transacciones bancarias.
Alguno contesta un examen, otro entrega calificaciones.
El chofer acumula kilómetros, la prostituta temprana, clientes.
Los noticiarios gritan tragedias, el campesino se duele la espalda y del hambre.
Por supuesto, hay nacimientos y velorios, y casorios,
y bautizos, y bar mitzvah y más ritos ancestrales.
Una pareja hará el amor en estos precisos minutos,
otra más ocultarán la rutina en el silencio ya incómodo del café.
En Japón, ya duermen, en España, ya cenan.
La tierra gira, la Vía Láctea la mira.
Todo esto, a las 9.44 de la mañana.
Y yo tengo el corazón arrítmico por los compases de tu voz.
Liliana.
Por cierto, me llamo Liliana.
(1) La canción en cuestión -totalmente pop, light y con la única particularidad de que me gusta y ya- se llama "Princesa", de un joven cantautor mexicano, Gustavo Lara, quien después de tres éxitos no volvió a figurar.
*Frase robada, por supuesto, de la canción de los Fabulosos Cadillacs, "Siguiendo la luna"

Más de Cristina


Desde el sillón... transcribo, sin más, otro poema de Cristina Peri Rossi.

MANUAL DEL MARINERO
Llevados varios días de navegación
y por no tener nada que hacer
estando la mar en calma
los recuerdos vigilantes
por no poder dormir,
por llevarte en la memoria
por no poder olvidar la forma de tus pies
el suave movimiento de ancas a estribor
tus sueños iodados
peces voladores
por no perderte en la casa del mar
me puse a hacer un manual del marinero,
para que todos supieran cómo amarte,
en caso de naufragio,
para que todos supieran cómo navegar
en caso de maniobras
y por si acaso
hacer señales
llamar con la o que es roja y amarilla
llamarte con la i
que tiene un círculo negro como un pozo
llamarte desde el rectángulo azul de la ese
suplicarte con el rombo de la efe
o los triángulos de la zeta,
tan ardientes como el follaje de tu pubis.
Llamarte con la i
hacer señales
alzar la mano izquierda con la bandera de la ele,
subir ambos brazos para dibujar
-en el relente nocturno-
las dulzuras lúgubres de la u."

Descripción de un naufragio" 1974

Cristina Peri Rossi

En una ocasión, no pude terminar de leer este poema. El llanto me ahogó
completamente, y vaya que no suelo llorar pero apenas se cumplían cuatro meses
de su partida y la cocina, la casa, los perros y yo aún no nos acostumbrábamos a
dejarla de amar. Total yo no podía dormir y claro que me puse a leer... y releí
este poema y fue una pésima idea porque lloré y lloré y lloré, porque yo no
quería hacer ningún manual, yo no quería que nadie la tocara, yo quería
abrazarla, olfatearla, cubrirla, velarle el sueño de nuevo, no entendía el por
qué de nuestro naufragio...Lo positivo del llanto-desesperado-emocional es que, en algún momento, te cansa. Y entonces te duermes... pero volviendo....es un hermoso poema, ¿no es así?

p.d. La historia terminó feliz... años después. Pero el punto aquí es que es un hermoso poema. Voy a abrazar a Tata.





"Un vestido y un amor"


Desde el sillón... escucho una de mis canciones favoritas, cuyo título conocen pocos. Y es que la mayoría cree que la canción se llama "Te ví", cuando el buen Fito la bautizó como "Un vestido y un amor". (1)

Esta canción se puede escuchar con el gran Caetano Veloso, con la hermosa Ana Belén y muchos otros artistas hispanoaméricanos que han tenido a bien "pedirle prestada" la canción al Rey Sol. La admiración no es gratuita.

Y es que, en mi opinión, el secreto de esta canción tiene que ver con la supremacía de la sencillez. Muchos creadores coinciden en que el momento más difícil es el momento de saber cuándo parar. El "hacer de más" puede estropear una buena obra (y el "hacer de menos" ni siquiera la completa, por supuesto). "Un vestido y un amor" no pudo haber estado mejor en mis oídos, en mi cerebro, en mi corazón.

Su piano me parece impecable y su letra, de lo sincera, me desnuda. (también yo debo perderme de vez en cuando para no romper a llorar o matar)...

Además, aunque voy más por la explicación de la infatuación que por la ilusión del amor a primera vista, creo firmemente que hay Alguien que nos cuida a todos y la frase de "los astros se rieron otra vez" me parece tan posible. Y, por si fuera poco, ha pasado también que yo no he buscado a nadie... y han aparecido. En fin, "...todo lo que diga está de más", disfrútenla, por favor.

(1) Esta misma referencia -un vestido y un amor- se repite en la canción "Cecilia", del álbum que hiciera con el Maestro Joaquín Sabina. La segunda estrofa de la canción reza "...Cecilia duerme bien acompañada, porque a menudo la acompaño yo, cuando se harta de estar enamorada, le regalo un vestido y un amor, mi gozo, mi veneno, mi pasión....".

24.9.08

Líbranos Señor de las possers wanna be...


Desde el sillón... veo llover.
Es la atmósfera perfecta para un café -como si necesitara pretexto para beberlo- pero todavía persiste la prohibición post operatoria de consumir bebidas calientes y ya me harté del café con nieve de vainilla.
Bien, sin café escribo que por más vueltas que le doy, no he decidido qué experiencia y qué poema de Cristina Peri Rossi he de compartirles primero.
Ante esto, quizá he de comentarles que entre las muchas cosas que detesto, son las possers o las wanna be. Con toda mi pena, he de confesar que yo salí con una wanna be. Es una persona muy linda -en el fondo-, con ciertos problemas de autoestima, con graves problemas de mitomanía y con una necesidad de demostrarse lesbiana que resulta incomprensible para mi. Es decir, se apegaba a todo lo que oliera lésbico, le gustara o no.
Recuerdo que una vez yo regresé feliz de la tienda de discos -imagínense, uno iba a las tiendas de discos en lugar de utilizar el ares o limewire- y regresé felz porque encontré un cd de Melissa Etheridge (Skin) a precio de ganga.
La wanna be en cuestión casi me lo arrebata y se puso en un estado semi esquizofrénico y ya quería ir por uno para ella... cuándo le pregunté sobre su gusto por la rockera, y qué canciones eran sus favoritas, y bla bla, vaya, de música, pues, que es en sí a lo que se dedica Melissa Etheridge, lo único que me dijo fue "es la lesbiana, ¿no? Con eso tengo". (¡!) Si en Skin, Melissa hubiera experimentado con ritmos africanos en lengua árabe, la fulanita en cuestión se lo hubiera llevado igual, porque "estaba hecho por una lesbiana", lo cual denigra, a mi parecer, todo el trabajo de música, de creatividad, de la Etheridge.
-
¿Qué tiene qué ver todo esto con la Peri Rossi? Bueno, que tristemente, me recuerda a esa wanna be. Una cosa llevó a otra y me invitó a cenar a su casa y llegué con flores y unas hojas donde llevaba la poesía de Cristina Peri Rossi. (No, no era un truco para conseguir la cama, esa ya la había conseguido, la idea era ver si podíamos pasar al siguiente nivel).
Pasamos al siguiente nivel y después pasaron muchas cosas -como descubrir que era una buena persona -en el fondo- pero sus problemas de wanna be, de mitomanía y demás terminaron por no llevarse bien con mi genio escrupulosamente honesto (y otros muchos otros defectos que me cargo) asi que no nos hablamos más.
Pero la cosa es que ahora la niña wanna be es la más ferviente admiradora de Peri Rossi y cada vez que conoce a una niña va con el libro de poesía por delante, lo cual me parece patético, porque carece de autenticidad... en fin, ¿quién soy yo para juzgar los traumas ajenos? Sólo escribo de ellos...y de mi.
A mi Peri Rossi me gusta porque su poesía es buena.
Porque Cuadernos de Exilio me estruja el corazón.
Porque su palabra me abraza y me abrasa.
En fin, me he extendido de más.
Así que dejaré el poema más breve, pero igual de sustancioso.

ORACIÓN

Líbranos, Señor,

de encontrarnos

años después,

con nuestros grandes amores.

"Inmovilidad de los barcos" 1997

Cristina Peri Rossi.

¿Alguien dígame que esta oración no es trémulamente cierta?

23.9.08

He parido una muela...


Desde el sillón... , esta vez, desde la cama, escribo adolorida.


Si bien, la visita a la representante de la Inquisición en el Siglo XXI (la dentista) fue mejor de lo que esperaba, pues fue rápida en su proceder y casi indolora en su misión -bien, todo lo indolora que puede resultar una extracción de muela del juicio- no puedo decir que salto de gusto.

Es más, tengo contraindicado saltar, entre muchas otras placenteras cosas.
Así que heme aquí, con una "vástaga" involuntaria, tan completa ella, y se ve tan minúscula y tan inofensiva ya que está afuera, como una espina, como un viejo amor...

Pido una disculpa por la foto. Mi bebé, mi preciosa nikon, está en su revisión anual así que tuve que echar mano de la cámara compacta. Con la hemorragia a todo lo que da, no tuve mucho humor para disparar otra cosa que no fuera en automático. Les debo una foto buena. Besos sanguinolientos.

22.9.08

Autoretrato forzoso


Desde el sillón... estoy a punto de decir que no sé qué me ha dolido más, si que alguna vez una mujer me haya dejado con el corazón hecho jirones o esta tercera molar que empuja mi encía a todo lo que da.

Es evidente que el dolor de muela me ha trastornado el juicio, porque cuando se trata de dolor de amores me he querido morir y hoy solo quiero no tener dientes. No es para tanto, yo lo sé, pero me dueleeeeee...

-

Toda vez que mi pocas veces sano juicio está embotado por el dolor y nublado por los efectos del analgésico, me di a la tarea de organizar las fotos y me encontré con este autoretrato forzoso.

Y digo forzoso porque no había nadie más que tomara la fotografía, ya que fue un viaje que emprendí sola. Fueron dos mil kilómetros recorridos bajo la caricia del sol, sin lluvia -a Dios gracias- y sin percance alguno. Probé gorditas multicolores -referencia estrictamente gastronómica- y el café más sabroso, el del amanecer en la carretera.

Si pasa mucho tiempo más sin que vuelva a viajar así, seguramente envejeceré más rápido. Ya hasta siento reumas de la inactividad... y ¡dolor de muelaaaaaaaa!
Les dejo el autoretrato, pues.

"Come Undone"


Desde el sillón... pulsé play y escuché los acordes de esta canción del grupo británico Duran Duran. De inmediato sonreí y sonreí porque, como diría Fernando Delgadillo, "tengo algo que contar".

Érase que se era que yo trabajaba en aquella oficina, y seguía el coqueteo de una chica que era, digamos, irreverente y lanzadísima, por decir lo menos. Ciertamente, yo no soy precisamente el recato en persona, pero de verdad, a ella le gustaba provocar por todo y a todos.

El caso es que yo no suelo traer los colores del arcoiris pintados en la cara, pero tampoco niego lo que soy. Vaya, no cuento mis intimidades en mi lugar de trabajo, porque en primera, me pagan por ir a trabajar no por ir a socializar, y en segunda, no suelo fraternizar con gente del ámbito laboral. Pero a lo que voy es que tampoco suelo inventar novios, o pretender que muero por Brad Pitt cuando en verdad muero por Angelina Jolie, asi que la chica en cuestión no tardó en darse cuenta que yo prefiero a las niñas. Ella prefiere todo lo que esté vivo.

Y he aquí que la chica lanzada y yo de repente hablabamos más y más. Lo típico, ya sabrán, "voy a la tienda, ¿quieres algo de la tienda?"..."voy a la tienda, ¿vienes conmigo a la tienda?".... y de ahi a´"¿qué te gusta leer, escuchar, comer...?"

No pasó mucho tiempo para que se ofreciera a darme masajes, con el pretexto de escandalizar a propósito a todo el personal. Realmente, sus masajes eran muy buenos, a veces me relajaban y otras surtían el efecto contrario, pero por ver a todos los y las idiotas con cara de mojigatos asustados me prestaba al juego... y para ser honesta, no sufría ni tantito.

Un buen día, mejor escrito, una buena tarde -porque nuestro horario era vespertino- salió en una conversación grupal la canción "Come Undone" de Duran Duran, que venía al caso por la presentación del grupo en Monterrey, y yo dije que esa era una de las canciones más sensuales que yo había escuchado.

Después de comentar el concierto, me posicioné frente a mi computadora y no tardó mucho en llegar ella para mi acostumbrado masaje... pero esta vez llegó con un par de audífonos y una orden "póntelos e imagina", me dijo. Y entonces escuché esos mismos acordes mientras sus dedos recorrían mis hombros...

No les cuento los escalosfríos que ustedes ya se están imaginando, por eso mismo me reía al iniciar el post.

-

Además de este recuerdo, "Come Undone" es una de mis canciones favoritas. La música, la letra, la pregunta que no se contesta (Who do you need? Who do you love? When you come undone...) y bueno, en el concierto, antes de tocar la canción, Simon Le Bon se dirigió a "todas las parejas de niñas y niñas y de niños y niños que están aquí, porque el amor es para todos" entonces un agregado más para querer esta canción que habla precisamente de eso.

-

Me olvidaba aclarar que después del masaje le dí un trago muuuy largo a mi vaso de refresco con muchos hielos, fui solita a lavarme la cara y regresé a seguir trabajando. Nunca pasó a mayores, nunca fue un crush así. Sólo un recuerdo que arranca una sonrisa...

20.9.08

¡Aquellos tiempos!


Desde el sillón... esta vez escribo más bien desde la silla de la oficina.
Es una silla azul, y sus fabricantes juran que es ergonómica y probablemente en el planeta Marte esto es verdad, pero aquí en la Tierra no hay ser humano que se sienta cómodo en una de estas horrendas sillas azules.
En fin, el motivo de este escrito no es la silla, es la fotografía que encontré en una carpeta olvidada en otra carpeta escondida en una carpeta que nada tenía que hacer en el escritorio de la máquina de mi lugar de trabajo.
Pero el caso es que al verla no pude evitar la nostalgia.
La de la foto, he de aclarar, soy yo.
Bueno, en primer plano está la que era mi motocicleta, una yamaha. Todavía me duele el alma haberla vendido. Tenía sus años, pero también un motor increíble (750 cc) y me enseñó importantes lecciones de diferentes materias (de física, aprendí de fricción o cómo la arena te regala un pasaporte inmediato al suelo; también aprendí sobre espiritualidad o cuán frágiles somos los seres humanos, sobre todo si te das un costalazo a cierta velocidad...).
Aprendí de paisajes, de temperaturas, de necesidades...
Aprendí, sobre todo, a estar sola y a la vez, acompañada de Dios, del aire, de ese sentimiento de libertad...
Reafirmé el conocimiento previo de lo capaz que soy de valerme por mi misma...
En sí, obtuve momentos que no cambiaría por nada.
No puedo decir que volvería a ese pedacito de tiempo.
En ese entonces, según puedo ver, todavía fumaba. Ella aún no volvía.
Con todo, yo disfrutaba mi vida entonces, como la disfruto ahora.
No volvería el tiempo, pero si compraría otra motocicleta.

18.9.08

"Estrechez de Corazón"


Desde el sillón... les cuento que la primera canción que saltó al aire hoy fue "Estrechez de Corazón" de Los Prisioneros. Si el intro de la canción no te "brinca" al oído de inmediato, pasan dos cosas: o tienes la edad suficiente pero el rock en español no es de tu agrado, o sencillamente eres muy joven para estos chilenos.

Contrario a lo que mis canas dictan, yo primero conocí el sencillo "Fe" de Jorge González, que la música de Los Prisioneros. Es decir, que primero conocí el trabajo de González en solitario, cuando la banda ya se había separado por conflictos entre sus integrantes. Pero bueno, de esa canción hablaremos más tarde, si es que un día la ofrecen como opción los de finetune.
Estaba en la facultad cuando escuché la entrada de "Estrechez de Corazón" y todavía algo me cimbra por dentro cuando la frase culmina en grito: "puedo entender estrechez de mente, soportar la falta de experiencia, pero no voy a aguantar estrechez de corazón".

Entonces estaba en duelo porque por primera vez había sentido la caricia y la herida de una mujer... por muy extraño o poco creíble que parezca, nunca se me había ocurrido que pudiera ser lesbiana... hasta que ella empezó a acariciarme el cuello y yo empecé a disfrutarlo.

El asunto estuvo en que, con todo lo difícil que me resultó de buenas a primeras darme cuenta que me enloquecía una niña, me armé de pantalones y lo acepté todo... pero entonces me topé con que ella no "quería" ser lesbiana. Vaya, no podía evitarlo, eso lo sabemos todos y todas, inclusive ella lo sabía entonces. Pero no quería el paquete de aceptarse, de aceptarlo ante los demás, bla bla bla. Entonces empezó a jugar conmigo. A amarme de noche y a ignorarme de día. Y entonces esa canción me sonaba muy fuerte, porque es, a final de cuentas, un reclamo contra el egoísmo de una persona que amamos...

Hoy, a años luz del momento, sigue siendo una canción que atesoro mucho. Realmente disfruto este rock de antaño (Latinoamérica es un país al sur de Estados Unidos, ¿qué no?)

En fin... si quieres leer más, siempre estará wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Gonz%C3%A1lez_R%C3%ADos http://es.wikipedia.org/wiki/Los_Prisioneros y si tienes música de Jorge González, sé bueno o buena y ¡compártela!.

Prólogo al Playlist



Desde el sillón...me propongo explicar mi playlist, mismo que ojalá escuchen de vez en vez.

No sé si la música calma a las demás fieras, en mi si que funciona. Un compacto agradablemente compilado puede ser la gran diferencia entre mi paciencia o mi neurosis, en el tráfico, por ejemplo, en los quéhaceres de la casa, en la carretera... (En el sillón del dentista, es un artículo de primera necesidad, sin los audífonos nada más no abro la boca, mejor cancelo la cita).

Y claro, nada tan agradable como lograr separar un momento para escuchar música. Escucharla, sin hacer nada más que escucharla -cantarla, si acaso- pero no más. No entiendo a la gente que va a "escuchar" a un trovador, digamos, y se la pasa hablando todo el concierto, pues ¿qué no iban a escuchar? Hoy por hoy nadie escucha.

La mayoría de las personas que conozco ponen música y se olvidan de ella. A veces la canción se repite tres veces y ni se percatan del hecho... yo no entiendo. Pero bueno, hay millones de cosas que no entiendo y aparte, hay muy pocas cosas que en verdad me interesan, el punto está que realmente me gusta ponerle atención a la música y cuando digo música me refiero también a la letra... no hay muchas canciones brillantes por ahí últimamente...

Bueno, la idea no era presentarme como una insoportable crítica de sonidos y gente, lo que intento hacer es explicar que cada vez que ponga el play del finetune, explicaré por qué me gusta tal o cual canción... a ver si así tiene sentido que coexistan Hombres G, Poison, Joaquín Sabina, Pink Floyd y Chavela Vargas, entre muchos otros...

No todas las canciones en la lista están catalogadas como "buenas canciones". Algunas serán demasiado comerciales, demasiado banales, demasiado ________, pero a mi me gustan y por lo menos a mi me basta. Claro que hay algunas joyas consideradas clásicas, pero aún y que no lo fueran, como quiera estarían. De eso se trata, ¿no? De disfrutar lo que nos gusta.

Va pues...

Ya no


Desde el sillón...comparto un trozo de lo que una vez me partía en dos, en tres, en mil (gracias a Dios, no literamente).
Hay una pelea -bueno, una discrepancia, porque es muy difícil pelear con un muerto-, corrijo entonces, una discrepancia entre Juan Gelman y Octavio Paz. (http://www.usal.es/gabinete/protocolo/Discurso_Juan_Gelman.pdf)
Paz repetía a Válery, al decir que "el poema no se termina, se abandona" y Gelman sostiene que "es el poema quien abandona al poeta". El caso es que mientras Paz duerme el sueño de los justos y Gelman trata de despertarlo, yo digo que, cuando de poesía se trata, siempre me he encontrado con la necesaria.
No sé si las letras me encuentran o yo las encuentro a ellas...
No me atrevería a asegurar tampoco -ni a negar, por tanto- la teoría de la Ley de la Atracción...
No vayan a creer, ¡por favor!, que estoy triste y la búsqueda en google es "poesía triste"....
Me refiero a que he recibido la poesía precisa en el momento necesario.
Si bien de pequeña recibí la consabida dosis de los poemas escolares (a Dios, a la Patria, a la Madre, que soy Paquito y no haré travesuras...), un buen día, ya crecidita, cuando me estaba "enamorando" por primera vez (1) me tropecé con el poema 15 de Pablo Neruda ("Me gusta cuando callas...") y jamás pude soltar al chileno (a Neruda, no vayan a pensar otra cosa). A partir de ahí, la búsqueda de poesía fue cosa mía.
El caso es que cuando estoy feliz, llegan las palabras justas para acompañar mi entonces rebosante corazón...cuando estoy entrepiernada, por una u otra razón me tropiezo con discípulas de Safo... y cuando he estado rota, me encuentro, sin querer, sin buscar y sin huir, con cosas como esta:


Ya No
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya no serás para mí
más que tú.

Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volveré a tocarte.
No te veré morir.

Idea Vilariño.


A Idea Vilariño me la topé una vez que buscaba material para publicar sobre poesía latinoamericana. Era el primer sábado después de un segundo "divorcio" con la misma persona. (después entraré en detalles, el punto es que estaba tan rota como pude haberlo estado). Comprenderán que a mitad de "...esperarnos, estar...." tuve que limpiarme los ojos... en fin, ahora que lo releo, siento que tropecé con Idea Vilariño en el momento justo. Si me la hubiera tropezado ahora, no sé si le hubiera comprendido tan bien... me voy a abrazar a Tata antes de que me de frío.


(1) ¡Tenía como catorce años! ¿Qué se puede saber del amor a esa edad? Ahora sé que era infatuación pura, entonces yo juraba que era el amor de mi vida.

p.d. Para saber más de Idea Vilariño, aquí hay una página: http://www.los-poetas.com/d/vilar.htm y otra página más:http://amediavoz.com/vilarino.htm#YA%20NO




 
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