20.9.08

¡Aquellos tiempos!


Desde el sillón... esta vez escribo más bien desde la silla de la oficina.
Es una silla azul, y sus fabricantes juran que es ergonómica y probablemente en el planeta Marte esto es verdad, pero aquí en la Tierra no hay ser humano que se sienta cómodo en una de estas horrendas sillas azules.
En fin, el motivo de este escrito no es la silla, es la fotografía que encontré en una carpeta olvidada en otra carpeta escondida en una carpeta que nada tenía que hacer en el escritorio de la máquina de mi lugar de trabajo.
Pero el caso es que al verla no pude evitar la nostalgia.
La de la foto, he de aclarar, soy yo.
Bueno, en primer plano está la que era mi motocicleta, una yamaha. Todavía me duele el alma haberla vendido. Tenía sus años, pero también un motor increíble (750 cc) y me enseñó importantes lecciones de diferentes materias (de física, aprendí de fricción o cómo la arena te regala un pasaporte inmediato al suelo; también aprendí sobre espiritualidad o cuán frágiles somos los seres humanos, sobre todo si te das un costalazo a cierta velocidad...).
Aprendí de paisajes, de temperaturas, de necesidades...
Aprendí, sobre todo, a estar sola y a la vez, acompañada de Dios, del aire, de ese sentimiento de libertad...
Reafirmé el conocimiento previo de lo capaz que soy de valerme por mi misma...
En sí, obtuve momentos que no cambiaría por nada.
No puedo decir que volvería a ese pedacito de tiempo.
En ese entonces, según puedo ver, todavía fumaba. Ella aún no volvía.
Con todo, yo disfrutaba mi vida entonces, como la disfruto ahora.
No volvería el tiempo, pero si compraría otra motocicleta.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

wow, yo quiero una! La niña dijo que no me la compraba, pero por que no tenía dinero. No importa, un día me largaré así nomas, con una mochila y mi alma temblorosa.

Un saludo!

Soy humana, larga y testaruda. dijo...

:-)
Monetariamente hablando, son más accesibles de lo que comúnmente se piensa, ¿sabes? Se pueden conseguir buenas motocicletas desde 20 mil pesos mexicanos, y créeme, te llevarán a donde tu temblorosa alma desee sin problemas, al menos, hablando de mecánica, je je.
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Personalmente, recomiendo la experiencia de viaje, pero no es algo que todo el mundo quiera hacer -conozco amigas que ni aunque les pagues se subirían en dos ruedas- pero si tienes la idea, sólo espero que puedas realizarla pronto, que viajes ligera y que regreses sana.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué me has dicho! pues tendré que ahorrar entonces. Por mientras ya me propuse un viaje en bicicleta de una ciudad a otra. Ojalá si lo pueda hacer y gracias por los buenos deseos.

Saludos!

Milagros dijo...

En todo caso, si te la comprás, voy para México y me llevás a dar una vuelta.
Me encantan las motos.
Un abrazo argentino.

Soy humana, larga y testaruda. dijo...

Milagros, con motocicleta o sin ella, tú ven a México, es un lugar hermoso de conocer. Ven y yo veo que alguno de los muchachos te pasee en la moto. Igual y para esas fechas, Tata y yo ya compramos unas nuevas y te llevamos de paseo. Un beso...

Milagros dijo...

Hace mucho tiempo que tengo ganas de conocer México, pero por ahora es imposible..
Un beso

 
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